Día Internacional sin Automóvil: Por qué cada vez existen más restricciones.

El Día Internacional sin Automóvil nos recuerda la importancia de los combustibles alternativos.

Coincidente con la Semana Europea de la Movilidad, celebramos el Día Internacional sin Automóvil. Este se enmarca dentro del plan de acción de la Unión Europea para el fomento de métodos de transporte alternativos.

La Semana Europea de la Movilidad esta dirigida a sensibilizar sobre las consecuencias negativas que tiene el uso irracional del coche en la ciudad. Busca informar en aspectos como la salud pública y el medio ambiente. Los beneficios del uso de modos de transporte más sostenibles como el transporte público, la bicicleta y los desplazamientos a pie son uno de los objetivos de este día.

Entre los distintos objetivos que persigue el Día Internacional sin Automóvil, destaca la paulatina reducción en el uso de combustibles fósiles. Tal cuál indicábamos en nuestro artículo sobre Rudolf Diesel y su motor, el uso de estos combustibles es, hoy en día, la tónica general en los motores de explosión. Es por eso que este día busca impulsar el uso de motores alternativos a la combustión y alternativas de transporte colectivo que permitan la movilidad de las personas reduciendo el impacto medioambiental de las mismas.

Implicaciones sobre la salud física de la reducción del uso de combustibles fósiles en los medios de transporte.

Del análisis de las directrices temáticas que ofrece la Unión Europea podemos extraer información relativa al impacto sobre la salud del uso de combustibles fósiles. Debido a ello, el análisis de la calidad del aire es uno de los factores fundamentales que afectas a la salud pública.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, anualmente, 376 000 muertes prematuras son causadas directamente por la contaminación de partículas finas. Sin embargo, el número de muertes relacionadas con la contaminación se redujo a la mitad en los últimos 30 años.

Autobús circulando por una carretera al borde del mar en el Día Internacional sin Automóvil.
El uso de vehículos de transporte colectivos como el autobús contribuye a minimizar el impacto de las emisiones de CO a la atmósfera. Si bien es cierto que un autobús emite 750g CO/km, el impacto comparativo respecto a los 150g CO/km de un coche particular se ve solventado por la enorme capacidad de traslado del autobús.

Si enfocamos la salud física dentro de las acciones de movilidad concretas que plantea la Unión Europea, encontramos interesantes datos. Las personas que realizan sus desplazamientos en bicicleta reducen en un 46% el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. De igual manera, el uso activo de bicicleta puede prevenir en un 45% la posibilidad de desarrollar cáncer. Este es uno de los aspectos fundamentales del Día Internacional sin Automóvil.

De igual forma, aparecen implicaciones económicas derivadas del sedentarismo que se busca combatir. El estilo de vida sedentario supone una pérdida económica global de más de 80 000 millones de euros al año para la Unión Europea.

Las ciudades están implementando cada vez más medidas para frenar el uso de vehículos que utilizan combustibles fósiles altamente contaminantes.

Este Día Internacional sin Automóvil tiene especial interés en nuestra ciudad, con la reciente peatonalización del centro de la misma. Las normas de acceso a los vehículos urbanos temporales o permanentes, son otra medida para limitar el tráfico de automóviles en el centro de la ciudad.

Así mismo, reducir el tráfico y los límites de velocidad en las ciudades tiene importantes implicaciones sobre la vida de las personas. No solo en materia de contaminación, sino que está intrínsecamente relacionada con la seguridad de circulación de los mismos vehículos y peatones.

No obstante, el crecimiento en el uso de métodos de transporte alternativo a los vehículos de combustión fósil ha hecho aumentar el número de accidentes de ciclistas y usuarios de patinete. Debido a ello, y para fomentar la convivencia de todos los medios de transporte, las ciudades han adaptado sus normativas municipales a este escenario. Recordemos que se ha demostrado que los peatones tienen un 90% de posibilidades de sobrevivir cuando los atropella un coche que circula a 30 km/h o menos.

Es por ello que las ciudades enfrentan ahora nuevos retos relacionados con los métodos de transporte. A la convivencia habitual de autobús y vehículo privado se une ahora el auge de nuevos métodos de transporte. Las ciudades deben adecuar sus normativas a los nuevos usos de las vías públicas por parte de estos vehículos.

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